Golpe de la Policía Local contra un grupo de tejedoras

Tejedoras en la calle.

Sólo tejían. Lo hacían, además, por una buena causa: querían que su obra abrigara, acogiera a los refugiados sirios. Un gesto de bienvenida, una pequeña ayuda hecha con todo el cariño del mundo. Un gesto que se entiende a cualquier edad y en todos los idiomas. Lanas, hilos que se convierten en una mano tendida, en un mensaje inequívoco: “Habéis llegado. Ahora os vamos a cuidar”. Un grupo de mujeres, dando una lección a muchos gobiernos sin alma desde una calle de Córdoba.

Pero en España, la Ley Mordaza no deja que la gente normal dé lecciones a nadie. Ni al Gobierno ni a la Policía. Así que bastó con que unos agentes municipales vieran a esas peligrosas mujeres con sus afiliadas agujas, tejiendo un nocivo y quizás contagioso amor al prójimo en plena calle, para que las desalojaran.

Ni Franco desalojaba a las tejedoras de las calles, a las vecinas de los pueblos encalados que salían ‘a la fresquita’ para comadrear, tejer y coser. Que hablaban bien y mal de sus vecinos, de sus hijos, de sus maridos, de todos, mientras sus manos hacían ajuares para bodas o toquillas para bebés. Tejían los lazos del amor familiar mientras se sucedían las palabras y la tarde que había aliviado el día caluroso se escurría hacia valles y orillas.



Comentarios

  1. Sinceramente, hasta donde hemos llegado?!?! Hasta dónde tienen pensado llegar? Si ser solidario ya es castigado...

    Gracias por compartir la noticia, no lo sabía!

    Pero me alegro que el proyecto se haya dado a conocer más... A veces "el tiro sale por la culata" como parece ser en este caso...

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